POR LA ACTIVIDAD HUMANA
En nuestro país existen muchos lugares con variada
biodiversidad y maravillosos paisajes, uno de los más hermosos y mágicos es
nuestra Gran sabana, ubicada en el municipio Gran Sabana del Estado Bolívar
cuya principal localidad es Santa Elena de Uairen, población que limita con
Brasil.
Este esplendoroso rincón de nuestra Venezuela posee:
ríos, valles, montanas, tepuyes, bellas cascadas, flora y fauna muy peculiar,
terrenos repletos de casi todos los minerales conocidos y una de las etnias mas
antiguas de Nuestro país, la Pemon.
Es una tierra llena de energía y leyenda, de emoción y
aventura; pero lamentablemente esto no es suficiente para protegerla de la falta de Educación
Ecológica de la población (Venezolana y extrajera).
En época de temporadas vacacionales, muchas personas acuden
a este lugar. Carpas, vehículos normales y rústicos, familias, amigos, entre
otros; están presentes en cada uno de sus espacios. Pero así como lo “admiran y
disfrutan”, lo contaminan criminalmente depositando en sus espacios: latas de
bebidas alcohólicas, envases plásticos de gran variedad, baterías, colillas de
cigarros y muchísimos más objetos que gravemente afectan al ecosistemas. La Mayoría de estos
contaminantes pueden durar años o hasta siglos dañando al ambiente antes de
degradarse.
Son pocas las personas que responsablemente ayudan a esta
tierra a permanecer viva, a pesar de que día a día los visitantes la destruyen
con sus inadecuadas acciones. Existen ciudadanos que por una u otra razón viven
en la Gran Sabana
y que en su mayoría han constituido familias, que a su vez dan un grano de
arena para contribuir a mantener el equilibrio ambiental, creando grupos
ecologistas que al culminar cada temporada visitas de los “usuarios” recorren
los 232 Kilómetros
de carretera, recolectando los desechos depositados en el ambiente.
Ahora bien, sería interesante preguntarnos: ¿Por qué
razón las autoridades municipales, regionales y nacional, no actúan en pro de
la preservación de este ambiente?. Es muy triste observar como en todos esos Kilómetros
se observan escasamente carteles informativos de prevención o autoridades
actuando legalmente contra aquellas personas que atentan contra la preservación
de estos espacios ambientales. Desgraciadamente es intolerable ver, como el
humano en un día destruye lo que en millones de años tardó para formarse.
Tenemos como ciudadanos que poner un alto a este tipo actos
criminales que atentan contra la vida de la naturaleza. Cuando observe a
alguien dañando nuestro ambiente: reclame, denuncie, actúe sin importar el que dirán.
Lo importante es la satisfacción de
saber que estamos contribuyendo y prolongando la vida no solo de ese espacio,
sino de la humanidad entera.
Jairo Marín
Campañas Educativas (Funvepa)
¡Por una
mejor Educación Proteccionista!